Desde la Antigüedad la amatista es muy valorada. Pertenece a la familia del cuarzo, por lo que en ella se concentran todas las cualidades de esta piedra: estabilidad, equilibrio emocional, potenciamiento de los órganos internos. Los romanos la usaban como protectora de excesos en sus famosas bacanales. Está muy recomendada para la jaqueca.
Propiedades físicas:
La amatista en general tiene color violeta, aunque puede variar dependiendo de los diferentes áreas del planeta donde se encuentren. Su transparencia y color uniforme son las características más valoradas como gema. La dureza de la amatista en la escala de Mohs es 7. Dentro de la familia del cuarzo, su dureza es considerada alta. Su estructura física es de cristales Trigonales, en general prismas de seis caras.
Propiedades curativas y espirituales:
La Amatista tiene afinidad con el séptimo chakra localizado en el centro de la cabeza o corona, relacionado con el crecimiento espiritual.
Ha sido considerada la piedra del equilibrio, en todos los planos, físico, mental y espiritual. Trabajará pues, en restaurar el equilibrio perdido de aquel que la porte, bien a nivel de salud física, favoreciendo la curación, bien a nivel de alteraciones psíquicas, como nervios o depresiones, bien ayudándonos en cualquier desequilibrio externo, o dificultad, que se nos presente en nuestro transcurrir diario.
La amatista pues aporta: energía, equilibrio y espiritualidad.