Las cuatro C de las piedras

Las gemas se caracterizan por tener cuatro elementos que indican su excelencia. Son las llamadas 4 C (por su sigla en inglés): Color, talla, pureza y tamaño.

Color

Tonalidad: La variación de los grados de colores, la sensación de claro y oscuro.

Matiz: Es la primera impresión que tenemos de color, lo que vemos en el momento.

Saturación: Es la intensidad y concentración de coloración presente en el color.

Talla

Es el trabajo que puede transformar un cristal bruto en una pieza de mucha belleza y formatos distintos. El tipo de corte que es hecho en la piedra, utilizando o no la ayuda de la técnica llamada “escisión”, donde la piedra tiene un punto perfecto para que el corte sea hecho) es lo que clasifica su tipo de lapidación.

Por ejemplo, al revés de lo que muchos piensan, el brillante no es un diamante. Diamante es el tipo de piedra. Brillante es el tipo de lapidación.

Pureza

Es el grado de “limpieza” que presenta la piedra, relacionado a las imperfecciones e inclusiones en la propia piedra, siendo que este grado es considerado por el color, tamaño y naturaleza de la piedra. Un diamante libre de cualquier inclusión (interna o externa) es considerado de alta calidad. Como nada interfiere en el pasaje de luz, el brillo es intensificado por la pureza, y de esta manera son clasificados: puro, internamente puro con pequeñas marcas en la superficie, inclusiones minúsculas, inclusiones bien pequeñas, inclusiones pequeñas, imperfecto (inclusiones visibles a los ojos).

Tamaño

Antiguamente los negociantes usaban granos y semillas equivalentes a los tamaños de piedras para pesarlas, pero con el pasar del tiempo, el quilate fue adquirido como medida de peso para piedras, siendo utilizado como padrón en el inicio del siglo XX.

Hay otras características muy interesantes de las piedras como rareza, durabilidad y resistencia que desarrollaremos en un contenido la próxima semana.