Qué momento tan especial es el día de la boda. Simboliza en forma clave la filosofía de Sarah Kosta. Perdurable, eterna, el compromiso, la pasión, la joya para ser heredada.
Pensar que lo que estás luciendo hoy, y te adorna y embellece, pueda el día de mañana ser usado por tus hijos o tus nietos. Cada joya puede llegar a ser una historia de vida, una tradición familiar. Son sentimientos, corazón, portadoras de amor, momentos que se anclan a tu vida y que te conectan con los que la vivieron y la vuelven a sentir a través de ti, o te acompañan desde otro lugar.
En mi familia, todas nos casamos con las caravanas de mi abuela, todas las mujeres, hijas, nueras, sobrinas, nietas… Nos hace sentir especiales, y de alguna manera mi abuela está con nosotras. Así se construye la historia de una joya para heredar. Por eso, me sorprende tanto que un adorno tan especial como el tocado de novia, se relegue a un lugar de liviandad, y se trate de una forma accesoria, cuando cumple un papel fundamental realzando la belleza.
El tocado podría ser el gran protagonista. Completa un todo, es un adorno con memoria, signo de elegancia, que enaltece el vestido, el peinado y el maquillaje. No hay que olvidarse de las caravanas, otras grandes protagonistas, y el resto de las joyas que completa a la novia.
Porque las joyas complementan y completan. La novia en su día, es una hada mágica.
Yo no soy tocadista. Soy una orfebre de joyas de arte, que diseña para tu día especial una joya hecha para siempre con amor.
Ph: Kako Abraham
Modelo: Lucía Lois
Pelo: Diego Alfonso
Makeup: Adriana Rodríguez